FINKELSTEIN, Norman G, La Industria del Holocausto, Madrid: Siglo XXI, 2002, Pág. 37.
Finkelstein apunta que el interés por el holocausto por parte de los judíos estadounidenses era “(…) tan artificial como la supuesta preocupación por el destino de Israel”.
Por ese motivo la comunidad judía de EEUU, perdono las declaraciones en 1985 que realizo Ronald Reagan, en el cementerio de Bitburg (entonces Alemania Federal).
Reagan “(…) afirmó que los soldados alemanes allí enterrados (algunos de ellos, miembros de las SS de Wafen) eran [víctimas de los nazis en la misma medida que las víctimas de los campos de concentración]”
En 1988 Reagan recibe el premio Humanitario, por el [firme apoyo a Israel].
En 1994 la Liga Anti-Difamación (LAD) le otorga la Antorcha de la Libertad.
Descaradamente las organizaciones judías estadounidenses, cuidan y celebran a los presidentes de EEUU que defienden el estado de Israel con gran entusiasmo.
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