viernes, 12 de marzo de 2010

FINKELSTEIN, Norman G. – La sacrilización del Holocausto

FINKELSTEIN, Norman G, La Industria del Holocausto, Madrid: Siglo XXI, 2002, Pág. 51-53.

Entramos a conocer la figura de Elie Wiesel, escritor de origen húngaro que sobrevivió a los campos de concentración.

Wiesel crea un áurea de misterio y sacralización referente al holocausto, situándolo fuera de la historia, imposible de describirlo y comprenderlo. Apunta a la “destrucción de la historia”.

“Sólo el sacerdote-superviviente (léase: sólo Wiesel) esta capacitado para desentrañar su misterio. Y, aun así, reconoce Wiesel, el misterio del Holocausto es “incomunicable”; “ni siquiera podemos hablar de él”. Por tanto, a cambio de una tarifa de 25.000 dólares (más una limusina con chofer), Wiesel da conferencias en las que desvela que el “secreto de la verdad” de Auschwitz “radica en el silencio” (1)

Estamos ante uno de los más firmes defensores del holocausto, por asi llamarlo, Wiesel es uno de los “ideólogos” del holocausto.

“comparar el Holocausto con los sufrimientos de otros grupos es, en opinión de Wiesel,
una “traición absoluta a la historia judía” (2)

“Los razonamientos a favor de la singularidad del Holocausto han llegado a constituir una especie de [terrorismo intelectual] (Chaumont) (3)



(1) Novick, The Holocaust. pp. 200-201. 211-212. Wiesel, Against Silence, vol. l. pp. 158, 211, 239. 272, vol.ll. pp. 62, 81. 111, 278, 293, 347, 37l, vol. lll, pp. 153, 243. Elie Wiesel. All river run to the sea, Nueva York,
1995. p.89. La tarifa de Wiesel nos ha sido comunicada por Ruth Wheat, de la Agencia de Conferencias
Bnai Brith. “Las palabras -según Wiesel- son una aproximación horizontal, en tanto que el silencio nos
ofrece una aproximación vertical. Te sumerges en él”. ¿Se lanzara Wiesel en paracaídas sobre sus
conferencias?
(2)Wiesel, Against Silence, vol. lll, p. 146.
(3)Chaumont, La concurrence, p. 156. Chaumont señala asimismo con acierto que la defensa de la inconcebible maldad del Holocausto es irreconciliable con la afirmación concomitante de que sus perpretadores eran absolutamente normales (p. 310).

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