FINKELSTEIN, Norman G, La Industria del Holocausto, Madrid: Siglo XXI, 2002, Pág. 29, 30.
Israel suscitaba criticas, no acataba (ni acata) las resoluciones de la ONU para la negociación de los asentamientos de los árabes (palestinos).
“(…) su truculento apoyo a las ambiciones imperialistas estadounidenses habían generado una censura internacional creciente”
En algunos círculos políticos denominados “arabistas”, pensaban que no se podía estar en contra de los árabes, ya que podría tener consecuencias para EEUU, en cuanto a intereses económicos y políticos.
“Israel se militarizaría cada vez más y aumentaría gradualmente su distanciamiento del mundo árabe”
Una Israel en paz con sus vecinos, o alienada con el mundo árabe reclamando independencia de los Estados Unidos no interesaba ni interesa a EEUU.
“Sólo les parecía interesante una Esparta israelí en deuda con sus benefactores estadounidenses”
Noam Chomsky sugiere: estos “defensores de Israel” seria mejor llamarlos “defensores de la degeneración moral y la destrucción definitiva de Israel”
Los judíos estadounidenses recuerdan el “Holocausto” con “objeto de proteger el nuevo valor estratégico de Israel”
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