SONTAG, Susan, Ante el dolor de los demás, Madrid: Alfaguara, Santillana Ediciones Generales, S. L., 2003 , pág. 12.
Se explica que el asediado govierno Español de la república, enviaba fotografías a los distintos medios informativos extranjeros de lo que estaba pasando en las calles, a los ciudadanos.
Woolf describe las fotografías como una maraña de carne de elementos muy difícil de identificar. No se sabe si es mujer, hombre, niño o un cerdo. Es difícil distinguir el tema.
Pero Woolf añade, que lo que hay representado es "la ruina de la carne y la piedra".
Woolf explica al abogado de Londres, que la respuesta a la imagen de horror y repulsión de la guerra sería de igual modo. No hay diferencias entre hombre y mujer y los distintos niveles de educación o tradición: la repulsión es igual.
Estaríamos de acuerdo, gracias a las imágenes explicitas, que es un horror y que la guerra hay que evitarla.
La relación de la diferencia e igualdad de hombres y mujeres en los casos extremos que Woolf apunta, me parece de gran importancia. Pues revela que tanto unos como otras pueden ver lo básico: la repulsión de los sufrimientos humanos.
Pero sin en cambio los hombres son los que inician todo este sufrimiento.
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